viernes, 24 de julio de 2015

PAN PARA HOY Y HAMBRE PARA MAÑANA...






Hace unos meses, coincidiendo con la visita de la banda valenciana Doctor Divago, aproveché un 
paseo mañanero de domingo con Antonio Chumillas García y Manolo Bertrán para enseñarles algunos sitios emblemáticos del, como diría Víctor Nubla, "downtown" de Gràcia". Los llevé a la placa que recuerda la casa natal de "El Pescadilla" (realmente, justo enfrente ya que hoy es un gran bloque de pisos).  

Carrer Fraternitat y cómo debió de ser posiblemente la casa natal del "Pesca"
A sabiendas de la pasión pugilística de Manolo Bertrán, pasamos por la calle Llibertat para ver la placa dedicada a Josep Gironès, el crack de Gràcia.
Los chicos se quejaban de que, al contrario que en Barcelona, Valencia se había convertido en una ciudad sin historia después de la travesía del desierto que había significado los gobiernos municipales que todos conocemos…

Uno de los sitios que nunca se me escapan cuando tengo visitas que lo aprecien es la Plaça del Gato Pérez, unida a la Plaça del Raspall, corazón de la gitanería gracienca, por la calle Tagamanent… Para mí es un sitio muy importante por varios motivos, uno banal: allí viví mis primeros 5 o 6 años barcelonins, sin sospechar siquiera que me transformaría en “pseudorumbero”. El otro motivo es más trascendental, ya que en la plaza dedicada al Gato, este se empapó de la rumba catalana fresca y desinhibida en las fiestas que se metían los gitanos en el desaparecido Bar La Petxina, hoy una carpintería…

Me he decidido hoy a retomar el blog, en una mañana de insoportable calor y después de una noche de aplastante bochorno, con un humor de perros y arriesgándome a ser definitivamente expulsado de la 3ª o 4ª fila que ostento dentro del olimpo rumbero barcelonés, cuando después de la intro empiece a explicarme. Ayer recibí varios tweets y mails que me llevan a hacerlo:
1º. La declaración hoy por el Parlament de Catalunya de la Rumba Catalana como Patrimoni Cultural de Catalunya, como apoyo a la candidatura presentada a la UNESCO para declarar la Rumba Catalana como Patrimonio Inmaterial por varios “entes” que han trabajado de base bien poco por la rumba.
2ª. Aparentemente inconexo con lo anterior, la redifusión del episodio 39 del programa de radio “Elvis ha abandonado el edificio” de Radio Extremadura dedicado íntegramente al Gato Pérez y con esta foto en la promo…

La persiana de con G de Gato en la esquina de la calle Tagamanent con la Plaça del Gato Pérez
 La foto pertenece a la persiana y entrada del local ya desaparecido “Con G de gato” creado por mi amiga Tere la Marquesa. Era una “academia” de baile flamenco donde se hacían fiestecitas y en donde Pantanito llegamos a tocar una vez en directo, nos hicimos una sesión de fotos para nuestro primer disco y hasta se ensayaron bailes para un videoclip que nunca llegó a realizarse del tema “A final de mes”.

La pintura de la persiana ya no existe, debido a que cuando se le ha lavado la cara al edificio, hace pocos meses y después de una primera intervención realizada por los nuevos dueños del local, han desaparecido primero el sombrero y las gafas y después el gato de la parte superior. Se fulmina de esta manera uno de los escasos homenajes tangibles al gran Xavier Patricio Pérez Álvarez, ya que en la plaza solo existe la placa con el nombre de la calle, a la cual se le está cayendo parte de la pintura,  una chapa en el suelo bajo un árbol y unas racholas, algunas de ellas rotas, en la Plaça del Poble Romaní...



Resulta irónico pensar que del gran cantautor rumbero, con el que a muchos se les llena la boca constantemente, no existe en homenaje ni una puta placa que recuerde que en esa plaza, el rumbo de la Rumba Catalana varió totalmente, ampliando sus horizontes y creándole una lírica que engrandeció la rítmica ya existente…
Esta foto pertenece a www.toniweb.com


      Recuerdo que hace unos años se aprovechó ampliamente el vigésimo aniversario de su muerte con al menos 3 o 4 homenajes realizado por 3 o 4 personas o entidades diferentes y uno de ellos, incluso, movilizaron a una troupe rumbera que tocó en Buenos Aires las canciones del Gato, supongo que pagando con dinero público la expedición. Con solo el 0,05 % de lo recaudado/gastado en esos homenajes y fastos se podía haber realizado una placa conmemorativa para este personaje que parece ser tan importante para estas personas. Pero pienso que todo lo “recogido” se perdió en el autobombo y en los bolsillos de algunos. Entiendo también que con el 0,0005 % de lo que se gastará en el “Gran Quiero y no Puedo” del numerito de la UNESCO, conseguiríamos no solo una placa sino hasta un bonito busto en el que cagaran los pájaros, como dirían Los Ilegales. No se si alguien hablará de la "Catalunya de la pandereta" o de la llegada del Mister Marshall rumbero como cuando el otro numerito del Flamenco... Bueno, seguramente estas cosas solo pasan allende nuestras fronteras!

Al fondo el Vilella... y el Gato delante
Además en esta historia también hay un personaje secundario, que no por eso menos importante a mi juicio, al que la mini historia le ha pasado por alto sin compasión. Se trata del gran percusionista de Secta Sónica, la banda Laietana donde el todavía Javier Aparicio tocaba el bajo y Jordi Vilella, el susodicho, la batería. El Vilella, fallecido en 2014, vecino de Gràcia de toda la vida del Carrer Ramón i Cajal y conocedor de los rincones y tradiciones del barrio, fue el nexo entre la Rumba y el Gato, enseñándole en las Festes de Gracia la rumba de los gitanos y dónde estaba el bar anteriormente nombrado. Ventura Pons tampoco se acordó de él cuando rodó "El Gran Gato"... Tuve la suerte de conocerlo y tocar con él en varias ocasiones en una banda poco rumbera en la que milité en mi vida pre-rumba llamada ANITA MILTOF con la que como "último suspiro" dejo constancia de su buen hacer rítmico en un tema con letra de un poema de Salvador Espriu, “La llibertat… perquè”. Entre los dos grabamos la percusión con un curioso set compuesto por un abanico y un dyembé de esos de adorno…

 
Jordi y yo en plena grabación...


Tampoco deja de ser sorprendente que el unánime apoyo institucional a la candidatura no pase por la compra al incansable Txarly Brown, de los mayores eruditos en el tema, del total del catálogo de discos de Rumba Catalana editados oficialmente. Estos han sido reunidos, catalogados y archivados en una tarea de chinos por él mismo y listos para su estudio… Me consta que ha sido ofrecido varias veces a diversas instituciones para su compra y custodia pero nunca se ha llegado a un acuerdo. Aunque para mí que no les interesa que las nuevas generaciones se puedan hacer ideas propias para que así sea más efectiva la homogeneización que se pretende en todos los campos culturales…Soy de los que pienso que cuando las instituciones se meten por medio pudren la inocencia de la creación, aunque en este caso no se si llegará a pudrir algo ya que, lo que falta justamente, es dejar de repetir los mismos estándares que hacen ya casi medio siglo que están hechos...

Por tanto, amigo Manolo Bertrán, lamento decirte que para algunas cosas la Barcelona Fun World no es tan distinta a tu ciudad. E incluso diría que llevamos el mismo camino, estemos bajo la bandera que estemos…